Familias educadoras: una oportunidad de aprender junto a nuestros hijos

Hablar de familias educadoras no debería ser extraño. En teoría la alianza familia - escuela debería funcionar siempre pero no ha sido así. Muchos padres y madres llevan a sus hijos para que los "eduquen" en el colegio sintiendo que no es su deber, que en la casa no se enseña. 

En los años que he trabajado en educación me ha tocado ver muchos casos extremos como el de una familia con una hija sorda que nunca aprendieron lengua de señas y la niña se sintió como una extraña en su casa hasta que una maestra fue a su casa y habló por ella. O familias que no entienden cómo sus hijos terminan metiéndose en graves problemas si ellos les dan todo lo que quieren y están en uno de los mejores colegios. Pero nunca se tomaron el trabajo de sentarse hacer un trabajo con ellos o a preguntarles cómo están o cómo se sienten. 

Durante estos meses he conocido casos de familias que hacen malabares para que sus hijos logren conectarse con sus maestros y amigos, y organizan su vida en casa para trabajar, hacer las cosas de la casa y poder ayudarles a los niños. Algunos deben compartir los dispositivos, otros pedirlos prestados a los vecinos o comunicarse por whatsapp con los maestros. 

Existen miles de realidades y cada familia ha tratado de sortear de la mejor manera posible eso de tener el colegio en casa para que sus hijos no dejen de estudiar. Hace unos días una persona que conozco escribió en una red social que por primera vez había podido estar en una clase con su hija. Y con esto no quería decir que asistió como tal a la clase, sino que por la pandemia ha podido estar trabajando y al lado su hija atendiendo la programación del colegio.

Entiendo que muchos padres se estresen por tener que participar más que nunca en la educación de sus hijos, pero lo que no entiendo es que no lo tomen como una gran oportunidad de compartir con los pequeños de casa (y los no tan pequeños), de conocerlos, de saber qué les cuesta más, cuáles clases les gustan y cuáles no tanto. Y ahora que podemos salir (obvio con todas las medidas de protección) podemos también aprovechar cada espacio al aire libre para construir juntos un aprendizaje del entorno y construir en familia las preguntas y respuestas de cómo habitar y cuidarnos ahora este mundo. 

Espero que este logro de involucrar a la familia en los procesos de educación continúe en este futuro cercano de retorno a las aulas presenciales, personalmente siento que aunque no ha sido fácil si ha sido super enriquecedor para nosotros como familia ser parte fundamental del aprendizaje de mis hijos. ¿y ustedes qué opinan?  

Comentarios

  1. Fantastico escrito !!! es primordial que el propósito de las familia sea estar mas cerca a los hijos, como un gran equipo que se conocen a través de sus gustos, sus talentos. Me fascino el escrito y vale la pena poner en practica siempre, esta buena enseñanza que nos deja la pandemia.

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