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¡En casa también se educa! 5 puntos para tener en cuenta en la educación de nuestros hijos

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Cada familia tiene prioridades a la hora de decidir cómo o dónde educar a sus hijos. Sin embargo, deberíamos pensar la educación como una corresponsabilidad entre familia e institución educativa. Aunque suene obvio decir que ¡en casa también se educa! en la práctica no lo es tanto. Por eso les comparto algunos aspectos que según mi experiencia son claves para nosotros como familia en la educación de nuestros hijos: 1- No dejar a la escuela la educación de valores y de las emociones.  Si bien cada vez es más frecuente que en los colegios se impartan competencias socioemocionales o para la vida, está claro que los valores y el manejo de las emociones es en gran parte responsabilidad de la familia. Los niños aprenden por imitación y siguen los patrones que ven en sus padres, así que no esperemos tener hijos respetuosos o que sepan manejar sus emociones, como la ira y la frustración, si en casa no ven el ejemplo.  2- Educar con un poco de hambre y un poco de sed...

¿Cómo no perder a esas personas con las que realmente SOMOS?

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¡Dedicado a las personas con las que realmente SOY! Se acercan los 41 y este ejercicio de escribir sobre lo que es llegar al cuarto piso, pero también ver lo que sucede en esta época tan cambiante y en donde la forma de relacionarse va cambiando todos los días, ha sido por una parte una gran catarsis y por otra una manera de indagar sobre las preocupaciones que tenemos sin importar la edad. Está claro que entre más grandes somos, más difícil es entender la forma en que los más jóvenes interactúan. Cuáles son sus prioridades y lo complejo se convierten las relaciones humanas en vivo y directo. En estos días me encontré un meme sin autor que decía "Con cuántas personas estamos y, sin embargo, con qué pocas somos", esta frase me abrió una serie de preguntas y reflexiones que les cuento en esta entrada. Siempre me ha impresionado pensar en todas las personas que vemos a diario pasar por la calle que no conocemos. Si comenzamos hacer zoom con cuántas pers...

Los 40!

Llegar a los cuarenta hace que uno se cuestione muchos aspectos de la vida. ¿He hecho lo suficiente? ¿Estoy haciendo lo que pensé hacer a esta edad? ¿Qué me falta por hacer? ¿Estoy muy vieja para hacer esto o aquello? ¿He viajado lo suficiente? ¿Le dedico el tiempo adecuado a mis hijo y al trabajo? ¿Aún podría estudiar algo más? Pero la mayor pregunta de todas es por qué los 40 son un número que preocupa tanto. Es generalizado hacerse muchas preguntas al llegar al cuarto piso. Creo que es una edad en la que ya hay cosas que no preocupan tanto y que antes parecían ser indispensables, como por ejemplo caerle bien a algunas personas o ser parte de algo más allá de lo que se hace. Pero a la vez se tiene la experiencia suficiente para que los proyectos que se desarrollan sean contundentes, ya no se juega tanto con el riesgo o todo lo contrario el riesgo es lo que queremos pero de una manera controlada.  En este momento por ejemplo sé que tengo claro que no aceptaría un trab...