El juego de la vida

 


Quienes me conocen saben que soy muy curiosa y cuando me intriga un tema lo investigo, trato de conversar con gente que lo conoce y si es algo vivencial me encanta probar nuevas experiencias. En esta búsqueda y tratando de entender qué más hay en este mundo he llegado a algunos temas que hace unos años no estaban en mi lista de curiosidades. Sin embargo, una cosa llevó a la otra y ahora soy una convencida del poder de la respiración, la gratitud, la meditación, el comer bien para que mente y cuerpo estén bien y hasta me estoy convenciendo que eso de la física cuántica de verdad nos ayuda a crear la realidad que queremos. 

Estos últimos meses he estado acumulando mucha información y experiencias que me han llevado a querer contarles qué es eso que me estoy permitiendo vivir y que identifico como mis grandes poderes para ser cada vez más la persona que quiero ser: 

  1. La respiración. La respiración además de ser una acción que hacemos sin darnos cuenta y que nos permite vivir en este mundo, es también la llave para regular las emociones. Es mágico conocer diversas técnicas de respiración que según el momento te dan paz o pueden activar tu energía al máximo. No es solo llenar los pulmones de aire, es una poderosa llave para regular nuestro cuerpo, nuestros sentimientos, emociones y la forma en que vemos y nos relacionamos con el entorno. 

Hace un par de años mi querida Ada Vanessa me enseñó la bola de fuego, una técnica que ella inventó para trabajar con sus pacientes diversos aspectos de la vida como la ansiedad, la tristeza, la incertidumbre y desde que la aprendí no hay mañana que al salir de la ducha no la haga para iniciar el día recargada. También me enseñó algunas técnicas de respiración S.O.S como los llama ella para momentos extremos en los que necesitamos alinearnos rápidamente, a mí me han servido mucho, por ejemplo, cuando viajo en avión o cuando tengo una reunión o presentación muy importante para mí. Lo que he aprendido es que la respiración nos permite transitar por esta vida sin que alteraciones exteriores impacten en nuestro interior de manera permanente. 

2.     La meditación. La práctica de la respiración me llevó a la meditación. Hace mucho la verdad la meditación me parecía aburrida y una pérdida de tiempo, ahora me programo para tener mis espacios de meditación, unos días logro tener más tiempo que otros, pero siento que mi mente y mi cuerpo me lo piden. Con Ada iniciamos unos espacios de reprogramación cuando nos veíamos y ahora después de leer un par de libros del Dr. Joe Dispenza y conocer sobre las técnicas de Lidia Alba García y de María José Flaqué he encontrado un universo de meditaciones que me han permitido ver, sentir y sobre todo activar realidades que me encantan. 

Tanto la respiración como la meditación me han permitido cambiar mi mundo interior para impactar en el exterior, o como lo dice Dispenza “si te esfuerzas por cambiar el mundo interior de tus pensamientos y sentimientos, tu entorno exterior también empezará a cambiar”. 

3.     El poder de la palabra. Siempre hemos escuchado que la palabra crea realidades o que hay que tener mucho cuidado con lo que se dice y se desea. Aunque parezcan dichos populares es tal cual, el poder de la palabra y la intención que ponemos en lo que decimos a otros y a nosotros mismos es super poderoso. Si todo el día repetimos que el mundo está mal, nuestro mundo estará mal, si nos decimos que no podemos hacer algo, pues no lo podremos hacer. Si por ejemplo decimos que las cosas buenas le pasan a otra gente, esas cosas buenas solo las veremos en otros. Programar nuestra mente para hablar en positivo y desde los deseos puros me ha permitido por ejemplo ver patrones de negatividad en mí y en otros que antes no identificaba. 

Es importante cuestionar nuestra forma de hablar y pensar para construir desde ahí las intenciones de lo que deseamos, auto observarnos e ir corrigiendo esas palabras que queremos fuera de nuestra realidad. Si siempre digo que estoy intentando buscar trabajo, lo más seguro es que nos quedemos en el intento, las palabras de verdad tienen poder, tienen vibración y constantemente están creando nuestra realidad.  

Algo que me ha funcionado es auto observarme y auto escucharme, qué digo, cuál fue mi intención, cuestionando mi forma de expresar y modificando cuando encuentro algo que no se alinea con lo que deseo. Cuando uno hace esto comienza también a detectar esto mismo con los otros es fuerte ir viendo esos patrones. 

4.     Hacer ejercicio. Lo más fácil y que la mente entiende rápidamente como placentero es quedarse en cama un domingo haciendo locha, pero ese placer al rato se convierte en incomodidad porque el cuerpo comienza a pedir activarse y nos sentimos pesados y con culpa de la inactividad. Por eso he descubierto de la mano de Ada y su disciplina AV la energía en movimiento y como todo eso que nos da un poco o mucha pereza en un momento gracias a la disciplina va generando frutos físicos y mentales con el tiempo. Mi cuerpo ahora responde mucho mejor a los virus, las rodillas que en algún momento tuvieron que ser operadas ya no me molestan, la tiroides que hacía estragos en mi peso y estados de ánimo ya no es un tema para mi… y sobre todo disfruto enormemente los momentos de logro como llegar a la meta de los 10K en la Maratón de Santiago o al final del recorrido en los trekking a los que voy.

5.     La gratitud. Este es el que más me gusta. He descubierto que agradecer constantemente me llena de energía, comencé buscando en las noches algo porque agradecer de lo sucedido en el día y esto comenzó a cambiar mi forma de dormir, ahora duermo plácidamente y no he vuelto a tener insomnio o pesadillas. Después comencé agradeciendo pequeñas cosas como la maravilla de tener agua caliente en la ducha o desayunar con calma lo que me gusta. La energía del agradecimiento es poderosa y se une al poder de la palabra, porque al verbalizar esos agradecimientos la energía se moviliza. Les recomiendo también el agradecimiento como estrategia para vibrar alto durante el día y para dormir plácidamente. 

Como ven esto ha sido un proceso energéticamente transformativo que me ha traído muchos beneficios físicos y emocionales. No digo que a veces no sienta energías de vibración baja como tristeza, furia o rabia, pero ahora logro identificarlas rápidamente y salir de ahí con estas herramientas que les he contado. He logrado encontrar mis espacios de calma, de creación y activación que valoro enormemente y que no dejaré, todo lo contrario, sigo en la búsqueda de técnicas, guías y motivación para continuar en este viaje al que llamamos vida.  

“Está en la naturaleza humana evitar cambiar hasta que las cosas se ponen tan feas y nos sentimos tan mal que ya no podemos seguir como de costumbre” (Joe Dispenza), sin embargo, los invito hoy a pensar que el cambio es posible que nuestra mente es tan poderosa como la dejamos ser y que nuestro cuerpo como máquina que nos permite realizar lo que soñamos también debemos cuidarlo y potenciarlo.

En este gran juego de la vida, si tenemos un sueño y lo hemos visto en nuestra mente, quiere decir que es posible, visualicen, vibren alto y jueguen con las posibilidades, no se dejen arrastrar por creencias negativas que han estado por siglos en nuestra sociedad, piensen diferente, sean creativos, ¡vivan la vida que merecen vivir! 

¡Si les gustan estos temas comenten y compartan! también espero leerlos con sus vivencias, ¿han recorrido algo así? ¿Están pensando en hacerlo? 

¡Con cariño!

Jerónima S.

PD: No saben la energía tan alta que me genera escribir esto para ustedes, gracias, gracias, gracias por leerme.

ING: @jeronima78  X: @jero_sandino

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