El arte de pedir y aceptar que no siempre podemos solos

¿Por qué nos cuesta tanto pedir ayuda? hace un rato me llegó a mi correo un video de TED recomendado, pocas veces entro a ver, pero este se titulaba "The art of asking" de Amanda Palmer (El arte de preguntar o en este video el arte de pedir) no reconocí a la cantante, pero la historia me pareció muy interesante. Hablaba de su experiencia como artista y la forma que inventó para recaudar fondos que básicamente era pidiendo colaboraciones. Contaba como otros artistas ven esta acción como algo denigrante, pero ella lo ve como una oportunidad para conectar con los otros y dijo que "cuando realmente nos vemos, queremos ayudarnos"

Constantemente tenemos el temor de que nos vean frágiles, creemos que pedir ayuda es para los débiles, pero en este momento creo que es de valientes. Sabemos que ayudar a otros gratifica el alma, y si es así ¿por qué pedir ayuda nos deja tan vulnerables o nos hace sentir tan expuestos? 

No les ha pasado que tienen un problema del que no saben cómo salir y cuando lo comentan con una o varias personas que te dan su punto de vista y posibles soluciones, el mundo parece que se abre a miles de oportunidades. Literalmente cuando no pedimos ayuda nos ahogamos en nuestros problemas y crecen de manera exponencial.

Desde pequeños nos han enseñado la importancia de dar al prójimo, al vulnerable. Pero pocas veces nos dicen que está bien pedir y no me refiero solo a cosas materiales, también puede ser pedir un consejo, pedir que se detenga una conducta que nos hace daño o pedir un poco más de atención. Nos suelen medir por aquello que podemos aportar y en ámbitos como el laboral quienes no aportan y necesitan más ayuda suelen ser dejados de lado.

También es cierto que al igual que no podemos estar siempre dando, tampoco la idea es estar pidiendo siempre. Debemos llegar a un equilibrio que no nos impida aportar, pero que tampoco nos deje en la zona de pedir y pedir.

Recordé una frase de San Agustín que decía “si necesitas una mano, recuerda que yo tengo dos”, y así es, para cada problema existe alguien que nos puede ayudar, no tengamos miedo de alzar la voz para preguntar o de estirar la mano y ver al otro a los ojos en busca de una solución.  

Si quieren ver el video que detonó esta entra aquí se los dejo, está en inglés, pero pueden poner los subtítulos en español

https://www.ted.com/talks/amanda_palmer_the_art_of_asking?rid=rLFxxyUAeIn7&utm_source=recommendation&utm_medium=email&utm_campaign=explore&utm_term=watchNow#t-813225


Comentarios

Entradas populares de este blog

Permitirnos vivir sin excusas

Apuntes sobre el libro “Reconocer la diversidad: textos breves e imágenes para transformar miradas”

¡En casa también se educa! 5 puntos para tener en cuenta en la educación de nuestros hijos