Ser padres en época de cambio: algunos aspectos para tener en cuenta
Los últimos meses han traído muchos cambios sociales que
nos hacen pensar en los desafíos que tenemos como padres y cómo podemos ayudar
a nuestros hijos a afrontar lo que sucede de la mejor manera.
Es
claro que queremos proteger a nuestros hijos, pero nada bueno puede resultar de
esconderles la realidad y no hablar de lo que pasa fuera y dentro de la casa.
Tratar que crezcan en una burbuja no los preparar para ser adultos capaces de
afrontar las problemáticas actuales. En lo personal, busco que mis hijos se
conviertan en ciudadanos activos,
informados y conscientes de lo que sucede a su alrededor.
Para lograrlo es clave que trabajemos con ellos en estos aspectos:
1- Respeto. Estoy convencida que el respeto es la
base de todas las relaciones. Es un valor de doble vía: si yo respeto lo que es
el otro, espero que haga lo mismo por mí. Es triste ver como las nuevas
generaciones no respetan nada ni a nadie. Crecieron en una época en que los
padres quisieron ser amigo y no alguien a quien respetar. Los niños que no
aprenden a respetar y que nunca tienen un no por respuesta, difícilmente serán
adultos capaces de relacionarse con el otro de manera empática y con deseo de
solucionar problemas.
2- Pensamiento crítico, es decir una visión crítica de la
realidad que habitamos. Una visión que permite ver las situaciones desde
diferentes puntos para lograr pensar en las oportunidades y desafíos para
solucionarlo. En definitiva, es saber dónde estamos para poder escoger hacia
dónde ir. Es importante enseñarles a nuestros hijos que no todo lo que sale en
internet es real o verdadero. Enseñarles a revisar las fuentes y a analizar la
información es una de las tareas más complejas hoy en día ya que no estamos
presentes siempre que tienen acceso a la información.
3- Salud Mental. Como padres debemos estar atentos a la salud física de
nuestros hijos, eso lo sabemos y creo que la mayoría lo hacemos bien. Los
llevamos al médico, estamos pendientes de las vacunas, si se enferman sabemos
por lo general qué hacer y si no urgencias es una opción. Sin embargo, poco
cuidamos su salud mental y mucho menos sabemos qué hacer si comenzamos a
detectar que algo no anda bien con el estado de ánimo o con los cambios de
comportamientos de nuestros hijos. Es común oír "eso es cuestión de la
edad ya le pasará". Estar atentos y pedir ayuda cuando nuestros hijos
están teniendo dificultades con su salud mental es fundamental, así como abrir
espacios para que expresen cómo se sienten.
4-
Reconocer la diferencia. Por mucho tiempo el sistema educativo y
el laboral trataron de homogenizar y estandarizar a alumnos y trabajadores. Por
suerte hoy cada vez más se aprecia la diferencia y se habla de que todos somos
distintos. Sin embargo, es importante que en el núcleo familiar esta premisa se
haga realidad en el trato a los demás, teniendo cuidado con los comentarios y
actitudes discriminatorias y permitiéndoles a los niños conocer diferentes
culturas y estilos de vida.
Todo
lo anterior tiene una premisa común y es generar espacios para conversar con
nuestros hijos donde la confianza nos permita hablar tanto de temas cotidianos
como de temas complejos de la vida de cada uno. Un espacio donde no se sientan
juzgados, donde lo principal sea que en familia se sobrelleven los problemas
internos y se prepare para enfrentar los cambios fuera de la casa.
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